En nuestro país, existen miles de personas que ocupan (muchos de manera ilegal) inmuebles de los cuales desconocen a sus propietarios verdaderos.
Sin importar a nombre de quién o quiénes se encuentra registrado el terreno, las personas que lo ocupan hacen cuantiosas inversiones para mejorar sus condiciones de vida, sin tomar en cuenta, que están mejorando terrenos privados.
El propietario de un terreno tiene la libertad de vender o no, y por esta razón, es recomendable, comprar primero el derecho sobre el terreno, y luego realizar las inversiones que dicho comprador considere, así puede garantizar su inversión inmobiliaria.
Además, ¿De qué sirve invertir cientos de miles o millones de pesos, en mejorar una propiedad, si no podrán vender o adquirir préstamos por sumas menores de lo que ha invertido? Porque sin el derecho del terreno, las mejoras no tienen ningún valor.
Para conseguir el Certificado de Título del terreno, lo primero que se debe hacer es identificar en qué parcela o solar se encuentra. Esta actividad es realizada por un agrimensor.
Cuando se tiene identificada la parcela, lo siguiente es identificar si está registrada y a nombre de quién o quiénes. Para estos fines, puede ser necesario solicitar una certificación ante el Registro de Título correspondiente.
En caso de que no esté registrada, y el ocupante puede justificar que tanto él como quien le vendió (según el caso), cuenta con más de Veinte (20) años de posesión pública, pacífica, ininterrumpida e inequívoca sobre la parcela o solar, se puede solicitar la Mensura para Saneamiento de la misma, para registrarla por primera vez.
Si por el contrario, la parcela se encuentra registrada, se debe identificar al (los) propietario(s), para solicitarle la venta y cumplir con los requisitos para la transferencia de la porción ocupada.
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